Con la mirada puesta en el infinito, unas cuantas vueltas sobre mi misma, unos cuantos minutos de contemplación. Si cierro los ojos, todavía recuerdo esas vistas, esas preciosas vistas desde el alto del pantano que hacen comprender los mapas y la geografía de estas tierras del Jiloca. Fotos, fotos y más fotos y aún así, no consigo la perfecta traducción de lo que veo.
"De ruta por el pantano"
Hace unos meses, como casi siempre en buena compañía, realizamos una ruta circular al pantano de Lechago. Observando y fotografiando la valiente vegetación capaz de crecer en estos terrenos arcillosos, apenas nos enteramos de estar subiendo unas buenas “costeras” (así dice mi padre, con raíces lechaginas y siendo que estamos en Lechago, la palabreja la daremos por aceptada). Cuando llego al alto, quedo sorprendida por las vistas, confieso andaba despistada , fue todo una sorpresa tener esta panorámica.
Mirando hacia el Sur,
comprensión total de lo que es un valle, nuestro valle, el Valle del Jiloca,
una llanura entre montañas, entre Sierra Menera y Sierra Palomera, donde el
dibujo que trazan las choperas y los campos de maíz nos marcan el recorrido del
Jiloca, un precioso contrastre con los marrones y más alejados campos de secano.
Vistas del valle del Jiloca
Mirando al
Suroeste, el circuito que recorre el río Pancrudo para desembocar un par de
kilómetros más adelante en el Jiloca, a su paso por la Virgen del Rosario. Al fondo y conforme voy dando la vuelta sobre
mi misma dirección Norte, Sierra de Fonfría, Sierra de Cucalón, Paidera
quemada, San Bernabé, etc. Después de largos minutos abriendo y cerrando los
ojos, disfrutando y tratando de cartografiar en mi mente lo que veo, seguimos
ruta
Bajando por el cañón del colorado apunto de incorporarnos a la ribera del Pancrudo, una vez más, la naturaleza nos quiso sorprender y nos regalo las vistas del arcoiris asomando por detrás de Lechago.
Lechago y el valle del Pancrudo |
A pesar de mi
opinión sobre la inviabilidad del pantano, es un sitio que visito frecuentemente. Aproveché para poner el catalejo, avistamos: 5 garzas reales, 22 fochas, 4 somormujos, 4 cormoranes, 17 anade real, cernícalo, aguilucho y 3 garcetas.
Imagen de la avifauna del pantano.
¡¡Reflexión en voz alta¡¡
Mapas, brújulas,
GPS y señales, todo está inventado para nuestra orientación y lectura de la
naturaleza. Ir a la Sierra
de Gredos, Picos de Europa, Sierra Nevada o a cualquier zona que no conozcamos
requiere un mapa que nos oriente. Esto debería cambiar, cuando es tu
tierra, tus raíces, tus ríos, tu
entorno.
Nuestros mapas al
igual que la poesía concuerdan y tienen sentido, por ello hagamos del mapa de
nuestra tierra poesía. Miradores, picos, puntos altos, todo está a nuestro
alcance para observar y entender nuestra
naturaleza más cercana. Castillo de Berrueco, Peñón de los soldaos, Bañón, Modorra de Cucalón, Santa Cruz, Fonfría,
infinidad de puntos altos para que todos los vecinos desde Monreal a Daroca tengamos un mapa mental de
nuestra tierra, un mapa que ordene nuestras sierras, ríos, valles y barrancos.
Excurjilocate:
Construye el mapa mental de tu tierra.
Que no tengan que venir a decirnos: ¡el Jiloca también es bonito¡
Carmen Alijarde
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