14 oct 2014

DESCUBRE EL CAÑO DEL GATO EN LA COMARCA DEL JILOCA

 

"ESCUCHANDO LAS HOJAS EN EL CAÑO DEL GATO"

Las constelaciones y las aves migratorias nos ponen el calendario, las rocas y árboles centenarios y milenarios nos cuentan historias, la trasparencia del agua nos indica calidad, mamíferos que invernan a la llegada de las nieves. La naturaleza nos habla a cada paso, cada segundo, cada mirada al cielo, sólo hay que saber escuchar.

A lo lejos, unos destellos rojos resaltan entre la verde vegetación, curiosos, nos acercamos. Un arce, con unas poquitas hojas de un color rojo vivo intenso nos susurran que el otoño está aquí, las horas de luz se reducen, su productividad disminuye y al igual que si hablásemos de una empresa, cuando mantenerlas cuesta más de lo que producen, la estrategia más rentable para el árbol es tirarlas. Muchas veces guiados por lo que nos estipula el calendario, sin apenas escuchar a nuestro alrededor, estas hojas, pronto convertidas en hojarasca nos corroboraban que efectivamente nuestra excursión al Caño del Gato era justo en la entrada del Otoño


El Caño del Gato, situado entre Monreal del Campo y Rubielos de la Cérida estaba pendiente de visitar en mi listado de parajes de tierras del Jiloca. Nos dirigimos Antonio, Perdi y yo a la conquista. Desviándonos por el cementerio de Monreal y siguiendo un camino unos kilómetros, llegamos al esperado barranco calizo.

Encañonamiento del Caño del Gato

Como si de un cartel de bienvenida se tratase, un águila calzada nos recibe antes de empezar la ruta. Después de media hora de caminata, llegamos a un precioso encañonamiento donde encinas, chopos, sauces, arces, sabinas, enebros nos dan pistas de la umbría del lugar. Se respira humedad, silencio, paisaje, una vez más, logro tener la sensación de saber que “el Jiloca también es bonito” y a la vez reflexiono sobre el por qué de no haber conocido este sitio antes.

Un paseo agradable, un camino con dos grandes formaciones rocosas calizas a los dos lados que quiere recordarme vagamente a las Hoces del río Piedras. Nos llama la atención las encinas creciendo en las mismas rocas. Estos árboles tienen un gran listado de adaptaciones al medio, entre ellas la capacidad de crecimiento de su sistema radicular en terrenos difíciles y con pocos nutrientes, tanto es así, que muchas encinas tienen mayor superficie de raíz que de tronco y copa.


Curioseando la valiente carrasca creciendo en las rocas

Una jornada con la temperatura, compañía y entorno perfecto. Sólo queda recordaros que esas poquitas hojas rojas ahora deben ser preciosos árboles rojos. No soy muy buena traduciendo a la naturaleza, así que mi mejor consejo, ¡descubrir vosotros mismos¡.


¡¡¡QUE CURIOSO¡¡¡

No conozco muchos sitios donde haya arces por el Jiloca, es un árbol que requiere ambientes húmedos. Estos preciosos arces y sus hojas rojas, ¿ no despiertan tu curiosidad?: ¿por qué ese rojo intenso?, ¿por qué no amarillas?, ¿cuál es el motivo?. La hojas poseen pigmentos como las clorofilas (responsable del color verde), antocianinas (responsable color rojo), carotenos (responsable color amarillo), siendo el más importante y potente la clorofila, que en primavera y verano anula a los demás.

A la llegada del otoño, antes de que el árbol se desprenda de sus hojas, absorbe los valiosos alimentos que contienen las hojas, como son almidón, proteínas y la clorofila, acumulándolas en sus tallos y ramas, para ponerlos nuevamente a disposición la primavera siguiente, para la rápida creación del nuevo follaje. Al absorber el árbol la clorofila de las hojas, aparecen los colores que estaban latentes, volviéndose entonces las hojas amarillas o rojas dependiendo de los pigmentos y su importancia.



¿Por qué finalmente caen al suelo? Las enzimas hidrolíticas se encargan de la rotura de la pared celular de los pecíolos, entre el tallo de la hoja y la rama y se va creando una capa de separación, consiguiendo que al poco tiempo la hoja ya no se pueda mantener unida y esta caiga al suelo debido al movimiento del aire y el peso de las gotas de lluvia




                    ¡ Bienvenida la hojarasca y el crepitar de las hojas secas cuando las pisas¡


Excurjilocate: Visita el Caño del Gato, maravilloso paraje en al puerta de casa.

Que no tengan que venir a decirnos, ¡el Jiloca también es bonito¡.

Carmen Alijarde




4 comentarios:

  1. Es malo para nuestra naturaleza dar publicidad a estos sitios.

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  2. ¿Y eso por qué, si se puede saber? O.o

    Sabi.

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  3. Supongo que todo será cuestión de opiniones. Escribir un artículo sobre la localización de nidos, dormideros, refugios de fauna, etc, doy la razón a quien corresponda, no sería demasiado ético, pero desde mi punto vista y desde mi corta experiencia laboral en el mundo de la naturaleza, creo firmemente que todos tenemos derecho a conocer, disfrutar y por supuesto conservar lo que nos rodea. El desconocimiento es probablemente en la mayoría de los casos, la principal causa de desprestigio e infravaloro que sufre esta comarca por parte de sus mismos vecinos. Si nosotros no conocemos difícilmente podemos valorar y defender nuestra tierra y si nosotros no valoramos nuestro entorno, ¿entonces quién?.

    El paisaje del Jiloca, está condicionado por las duras condiciones climatológicas, pero tiene preciosos rincones y sin duda, el conjunto de ellos, hacen a esta comarca merecedora de una mejor reputación. Somos los vecinos los que tenemos que luchar por poner nuestra tierra en el lugar que se merece y tener los recursos suficientes para responder cuando se ponga en duda la belleza del Jiloca.


    Carmen Alijarde

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  4. Ojos de Monreal del Campo,Arguilai,Aguallueve,fuente del parque de Calamocha son algunos ejemplos de destruccion de estos preciosos rincones que pierden su encanto y valor natural al ser antropizados,en el Caño el Gato pusimos cadenas en las entradas para minimizar la presión de los visitantes.

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